Son muchos los motivos y situaciones que llevan a una persona a iniciar una terapia personal o un proceso de crecimiento personal.
Pero independientemente de cuál pudiera ser tu caso, debes saber que este camino nadie lo podría recorrer por ti. Aquí no valen ni salvadores ni atajos. Es un camino solitario donde solo puedes contar contigo mismo, todo lo más, con ayuda profesional que te lo haga menos difícil.
Y también debes saber que, aunque pudieras tener algunas motivaciones externas, la más importante sería que lo quisieras recorrer para alcanzar tu propio bienestar y mejoría.
Si lo anterior lo tienes claro, te puedo asegurar que las posibilidades de que llegases a buen puerto se incrementarían considerablemente.