Habitualmente en consulta me encuentro a hombres con dificultades a la hora de estar conectados y de expresar sus emociones y sentimientos. Estas dificultades pueden generar muchos tipos de problemas.
Si no sabes cómo te sientes, tampoco sabrás que necesitas y si no sabes que necesitas, posiblemente no estarás haciendo nada o incluso lo contrario para satisfacer esas necesidades personales. Tenerlas satisfechas o no, lo cual solo depende de ti mismo, es una de las claves de la felicidad.
Si no expresas tus emociones, tu relación de pareja adolecerá de conexión e intimidad, por poner otro ejemplo.
Habitualmente cuando profundizamos en esta cuestión nos encontramos a hombres cuyos padres adolecían del mismo problema e, indirecta o directamente, lo perpetuaron con estilos educativos o con frases lapidaria del tipo “LOS HOMBRES NO LLORAN”.
Si este es tu caso, no busques culpables, porque casi con total seguridad tus padres vivieron una situación similar con tus abuelos y, quién sabe el final de esta cadena transgeneracional.
La clave es que salgas de este círculo vicioso que empobrece y limita tu vida, por ti mismo o buscando ayuda profesional.
La clave está en sentir mas que en pensar y en expresar esos sentimientos y emociones, incluso llorando.