Esta cita nos recuerda que estar bien con uno mismo, poder disfrutar de la soledad, de tu única y propia compañía, requiere un “trabajo” personal.
Un trabajo personal que supone fundamentalmente tomar conciencia de dos cuestiones íntimamente relacionadas.
Por un lado, renunciar a buscar falsos atajos o hacer apaños chapuceros como pudieran ser buscar “refugio” en distracciones de todo tipo (redes sociales, adicciones, etc…) o recurrir a personas “salvadoras”.
Y, por otro lado, saber que todas las respuestas, comprensiones y soluciones que necesitas y buscas están y las puedes encontrar dentro de ti misma.
Tal vez, la única ayuda que puedas necesitar sea la de un buen y experimentado profesional que te acompañe a ese mundo inexplorado que suele ser tu mundo interior.
En cualquier caso, es un trabajo que solamente puedes hacer tú, que nadie puede hacer por ti. Todo lo más, como sabiamente me dijo una vez un cliente: “SIN TI HUBIERA SIDO MAS DÍFICIL”.
Esta es la perfecta expresión de un cliente que ha conseguido hacer su “trabajo” personal: Es consciente que, aunque lo hubiera conseguido también solo, la ayuda recibida, lo ha hecho menos difícil. Bienvenida sea.