Después de muchos años de aprendizajes y experiencias en el camino del crecimiento personal, donde todo se complica cada vez más, sobre todo por el ansia de mayor conocimiento y de consecución de resultados, paradójicamente, vas descubriendo que, realmente, la clave de este camino está en la simplicidad y la sencillez.
“Realmente la vida es sencilla, complejas somos las personas”.
Los mayores exponentes de esta sencillez y simplicidad son: vivir desde la presencia o atención plena sin juicios y la aceptación del momento presente.
Viviendo así, nuestro potencial de crecimiento, transformación y realización como personas es infinito. Podemos decir que, si queremos simplificar al máximo, no haría falta saber ni hacer nada más que lo que acabo de decir.
Lamentablemente, la complejidad de las personas, producto de la propia naturaleza del ser humano, de la sociedad que hemos creado y de la multiplicidad de experiencias vividas desde la infancia que van marcando nuestra personalidad, hace que un “espacio infinito” nos separe de este modo de vivir. Resultado de todo ello es el sufrimiento, la insatisfacción, el miedo y la infelicidad a los que el ser humano parece que se ha acostumbrado.
Sin embargo, todo esto puede cambiar. Es sencillo y complejo a la vez. Las claves ya las sabes, ahora te toca a ti elegir que camino seguir.
Uno Orientación y Crecimiento Personal
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