Una vez una cliente me preguntó qué hacía cuando la miraba tan profundamente a los ojos.
Estas preguntas que no te esperas son muy interesantes para mí, sobre todo por las respuestas que me surgen a continuación de manera natural.
En este caso le respondí: “Presenciándote”.
Esta respuesta, aunque breve y sintetizada en esta enigmática palabra, es muy significativa y creo que resume muy bien las características de un buen terapeuta.
“Solo importas tú. El mundo no existe, desaparece. El tiempo se para, se ralentiza, se olvida. Cada movimiento, cada gesto, exterior y interior, se percibe, se siente, te habla. Te sientes honrado y agradecido por ser merecedor de la mayor de las confianzas, te sientes un privilegiado por presenciar el milagro de la vida y sus múltiples manifestaciones y te siente pleno, porque esta presencia alimenta y hace crecer todo lo que toca”
Así trabajamos en Uno.
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Orientación y Crecimiento Personal